Una de las más jóvenes realidades de la poesía aragonesa actual es Almudena Vidorreta Torres. A pesar de su juventud, ha publicado poemas en varias antologías, y en el año 2006 apareció en la editorial Eclipsados su primer poemario, Tintación.
La joven poeta esboza en estos poemas un aliento de libertad, un grito contra la injusticia y una legítima rebeldía. Quiero plasmar dos fragmentos poéticos de esta su primera obra. En ambos ofrece abiertamente su talante poético y nos desvela sus señas de identidad.
Cometo un crimen metafórico
y dejo que el papel empape la sangre.
La mejor manera de arreglar el mundo
es tomarme la justicia por mi mano
y hacer un poema punitivo
contra esta humanidad que tanto duele.
Quiero que mi justicia poética
les haga gritar en silencio.
A veces, cuando estoy sola y bostezo,
no me tapo la boca con la mano
en señal de valiente atrevimiento
para que todo el mundo se dé cuenta
de que soy una mujer muy rebelde.
A veces, cuando nadie puede verme,
soy una sinvergüenza sin límites.
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