Carmen Ruiz Fleta es una joven zaragozana inquieta y creativa. Estudió periodismo y ha pasado por los platós de televisión y por algún escenario de teatro. Pero, ante todo, Carmen es una exquisita compositora de poemas. Ayer estuvo en la Muestra Educativa de Aragón y nos deleitó con sus poemas. Versos cotidianos, crudos, profundos, radicales.
La poeta de Zaragoza publicó su primer poemario en mayo de 2006 con el título Música para perros. Plasmo un poema de este libro como muestra y como reclamo para aquellos que quieran disfrutar con su lectura o recitación.
Las tendí de una cuerda en el patio.
Vacié de letras todos mis huecos,
chupé el polvo de la única palabra que ya no uso,
y me atraganté.
Después de perseguirte a distancia,
de aprender todos los gestos,
de peinarme frente a tu espejo.
De resbalarme cabeza abajo hasta tu sexo.
Apreté las piernas hasta hacerte daño.
Pasa el tiempo y las pelusas anidan en las tripas.
Han hecho un útero donde antes había estómago, y en lugar de comer,
doy a luz todos los días una manzana de tristeza.
Si las nanas hacen llorar,
¿qué se les canta a los que nacen difuntos?
Te haré una canción que sepa a leche y así saldaré la deuda de
no ser tu madre.
El suelo cada vez está más sucio y no me queda tinta para
remediarlo.
En mi tendedor las manzanas se pudren antes de suicidarse
llevadas por la inexcusable tentación de la inercia.
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