viernes, 6 de abril de 2007

TARDE DE VIERNES SANTO


Tarde de Viernes Santo.
Desfile de turismos hacia el este,
eterna procesión por carreteras
aisladas y olvidadas.

Tarde de Viernes Santo.
Procesiones sin tregua en las ciudades
y un suspiro de alivio del creyente
confuso y abrumado.

Tarde de Viernes Santo.
Retumban los tambores y los bombos
en una madrugada casi eterna
henchida de emociones.

Tarde de Viernes Santo.
Huida hacia las playas agrisadas
o hacia la nieve virgen de las cumbres
en busca de un descanso sin reposo.

Tarde de Viernes Santo.
Evocación de días ya lejanos
teñidos de tinieblas y silencios,
de imposiciones y prohibiciones
en un país oscuro y obsoleto.

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