SÁBADO DE FÚTBOL

La mañana del sábado se abrió con un interesante partido de fútbol de la categoría de alevines en el nuevo campo de la Unión Deportiva San José, cercano al Camino de Miraflores. Se enfrentaban el equipo local - donde milita Javer - contra el primer clasificado, el Alcañiz, que cuenta sus partidos por victorias. Después de una primera parte trabada, de tanteos e imprecisiones, los entrenadores del equipo local cambiaron de estrategia, reajustaron las líneas y, de este modo, los locales y los visitantes nos brindaron una segunda parte intensa, de poder a poder. Aunque el marcador inicial no se alteró, cualquiera de los dos equipos pudo ganar. El San José tuvo la victoria en el bolsillo un minuto antes del final. Pero el portero del Alcañiz detuvo un balón envenenado en una parada extraordinaria. Todos satisfechos, a pesar del empate. Eso sí, el San José sigue creciendo - nueve partidos con la portería a cero - y Javier también.

Por la noche, a pesar de la lluvia, nos acercamos a la Romareda para presenciar un encuentro a priori interesante y que no defraudó a los aficionados. No me gustó nada que Víctor mantuviera el equipo de la semana pasada en Mallorca. Pero, a pesar de todo, la primera parte fue eléctrica, jugada de poder a poder. Llegó el gol del Zaragoza y podría haber caído alguno más. Pero Barbosa y la falta de puntería de los delanteros del equipo local lo impidió. No me gustó la segunda parte. Víctor tardó demasiado en hacer los cambios - igual que en Mallorca - y quitó a un perdido Óscar por el recién incorporado Nery, que todavía no está para jugar - aún me pregunto para qué lo habrán fichado. Otro que pedía a gritos el banquillo era Dalessandro, cansado y desubicado, pero Víctor, como no confía en la cantera, no se atrevió a cambiarlo por Lafita hasta a seis minutos del final. Otra patada al canterano que, si nadie lo remedia, tendrá que seguir los pasos de Cani. Lo mismo que Longás, que Chus, que Miguel y lo mismo que los que esperan una cita casi inviable en el segundo equipo: Ripa, Carmelo, Eneko, Valero, Guerra,... Pero, como dice acertadamente Valeriano Jarné - que conoce más al Zaragoza que muchos técnicos - la cantera, excepto Zapater - que anoche estuvo inmenso - sólo sirve para la galería. ¡Qué pena! Pena y sabor agridulce me dio ver a Cani, silbado continuamente por una minoría de impresentables cada vez que tocaba el balón. Y todos sabemos por qué se marchó Cani. Sólo se le valoró al final y a base de mucho esfuerzo, pundonor y cataratas de calidad. Menos mal que cuando fue sustituido predominaron los aplausos. Se los merece. Eso sí, sigo pensando que no eligió el equipo adecuado. Pero eso el tiempo lo dirá.