jueves, 21 de enero de 2021

RESTAURAR LA DEMOCRACIA

     El 20 de enero de 2021 puede pasar a los anales de la Historia tanto por su significado como por su trascendencia. En un momento tan complicado para Estados Unidos, pocos días después del multidudinario asalto al Capitolio, Joe Biden acaba de jurar su cargo como el 46 presidente electo de una de las naciones más poderosas del mundo. En una ceremonia singular, con ausencia de público debido al covid y con extraordinarias medidas de seguridad para evitar nuevos altercados, el nuevo presidente ha condensado en un  esperanzador discurso sus intenciones de futuro y ha apuntado una nueva manera de gobernar, muy distinta y casi antitética, a la de su antecesor en el cargo. 

    El reto más difícil de Biden es restaurar la democracia. Una democracia herida de muerte en una sociedad dividida y polarizada tras cuatro años de desgobierno populista y de soflamas vacías de contenido. La herencia de Donald Trump, que se ha retirado por la puerta de atrás y no quiso asistir a la investidura de su sucesor, va a ser desde el primer día una sombra demasiado alargada para un país que siempre ha intentado ser el espejo democrático donde se han contemplado la mayoría de las naciones de Occidente. Porque está claro que el nuevo presidente norteamericano tiene mucho mérito. Su vida anterior ha estado marcada por tragedias familiares y dolorosas ausencias. Y, casi milagrosamente, se ha sabido sobreponer a los duros reveses de la vida. Por eso, es un mérito encomiable que a sus 78 años se decida a tomar el timón de esta nación convulsa y multirracial y no le tiemble el pulso.


    El tiempo nos dirá si sus propuestas han sido acertadas y si su equipo, comandado por la vicepresidenta Kamala Harris, va a ser capaz de enderezar esa nave que, cual un nuevo Titanic, tiene que salir a flote, a pesar de los vaivenes cotidianos. El mundo espera este cambio de rumbo y todos deseamos que predomine la tolerancia, la empatía y una manera de gobernar alejada de los populismos y de los nacionalismos excluyentes y narcisistas.

2 comentarios:

Vivir, entre emociones y decepciones . dijo...

Como siempre maravilloso y acertadas palabras. Creo que el mundo esperaba este cambio como agua de mayo. Deseando como bien dices, que este nuevo mandato esté basado en la tolerancia y la empatía. Saludos!

JOSEMARCO dijo...

Gracias, María. Un abrazo!