sábado, 9 de enero de 2021

EL HECHIZO DE LA NIEVE

 Mientras contemplo desde mi ventana cómo  la nieve cae mansamente sobre una ciudad silenciada, casi desierta, recuerdo las nevadas de los años de mi infancia en Aliaga, más  intensas y más frecuentes. Lo que era una alegría para mi ingenua  mirada infantil era un engorro para los adultos. En los años sesenta del pasado siglo no había tantos medios para resolver los problemas de movilidad y las carreteras eran infames. Los pueblos quedaban aislados durante semanas y la vida era mucho más  precaria. Aún así éramos muy felices.

Ahora, medio siglo después, nos sorprende Filomena con una nevada inusual en Zaragoza y en muchas zonas de España. Una nevada que me recuerda a la del 22 de febrero de 2005, hace casi 16 años. Tengo grabada en la memoria esa fecha porque tenía que defender en la facultad de Filosofía y Letras mi tesis doctoral. Solo funcionaba el transporte público y algunos miembros del tribunal tuvieron problemas  para llegar desde Madrid. Afortunadamente no se aplazó el acto. Y luego lo celebramos con una comida en la Rinconada de Lorenzo.  Parece que fue ayer.

Hoy la nieve continúa cayendo mansamente. Menos mal que estamos en un fin de semana y la mayoría no tiene que ir a trabajar. De todos modos, el caos está servido. Los más optimistas piensan que así los ciudadanos saldrán  menos de sus casas y así no se propagará tanto el maldito 


virus. A ver si es verdad. Ahora  me doy cuenta  de que tengo las botas de invierno  en Aliaga. Ya me había olvidado de estos temporales  a la orilla del Ebro. Y con el confinamiento provincial será  difícil  viajar durante  unos meses. Que llegue pronto la vacuna. Y que sea eficaz.

2 comentarios:

silenceisgolden dijo...

Preciosa foto de Aliaga que ha quedado cubierta de blanco. En Zaragoza nunca nevó como allí, pero en mi infancia recuerdo nevadas casi todos años y una ola de frío polar en febrero de 1956 que se llevó por delante muchas tuberías y grifos. No era nieve, era hielo por todos lados, con carambános de todos tamaños.

JOSEMARCO dijo...

Tienes buena memoria, Maria José. Gracias por tus palabras. Un abrazo!