jueves, 14 de enero de 2021

EL DIFÍCIL RETO DE ENVEJECER


En estos tiempos tan convulsos y en plena tercera ola del coronavirus, la preocupación de las autoridades sanitarias se centra en los geriátricos o residencias de ancianos. Son los más vulnerables y los que sufren más el fantasma de la soledad y ese amargo aislamiento del mundo que les ha rodeado hasta entonces.
La excelente película EL PADRE, protagonizada por el gran actor Anthony Hopkins pone el dedo en la llaga e invita al espectador a reflexionar sobre el avance imparable de los años y la dificultad de llevar a una determinada edad una vida cotidiana normal en la que uno es autosuficiente. Porque está claro que el deterioro físico, y sobre todo psicológico, son un lastre a veces insalvable para los más allegados. Enfermedades crónicas como el Alzheimer afectan gravemente no solo a la mente sino a la movilidad física y al control de los actos más cotidianos. Por eso, como se puede ver en la película de Florian Zeller, a veces la situación es tan insostenible, que la hija no tiene más remedio que ingresar a su padre en un geriátrico, con un desgarro en el corazón tanto para ella como para el anciano padre.

Porque está claro que vivimos en una sociedad consumista y capitalista en la que las personas mayores no tienen espacio en nuestras vidas. Un factor importante es la longevidad en los países más desarrollados. En España hay más de quince mil personas que sobrepasan los cien años. Y la mayoría están en residencias. Solo unos pocos permanecen en sus domicilios al cuidado de una persona interna. Esa es la cruda realidad. Una situación que va a ir a más y que es muy difícil de resolver. Son muchos los interrogantes que nos plantea esta película. Pero resulta casi inevitable afrontar una vejez sin convivir con el fantasma de la soledad. Una soledad que a veces deriva en depresión o en deseo de abandonar una vida sin alicientes.    

1 comentario:

Anónimo dijo...

La ancianidad, esa etapa en que la salud declina volvièndonos más vulnerables al deterioro y la
quiebra de nuestras capacidades fìsicas y/o mentales.
No vi la película " PADRE'que,sin duda habrá calado hondo en el ánimo de los espectadores.Sabemos del sufrimiento que conlleva la enfermedad de Alzheimer tanto a los miembros de la familia en la que aparece, como al propio enfermo,al que mantiene alejado de si mismo y sin posibilidad de reconocer la palabra balsámica de los que le rodean.
Esther