Hemos dedicado una parte de la clase de hoy a acercarnos a la figura del poeta peruano César Vallejo. Mis alumnos han podido descubrir a un poeta atrevido, profundo, renovador. Uno de los poemas del libro España, aparta de mí este cáliz, escrito a golpes de corazón durante la cruenta guerra civil española, les ha ayudado a reflexionar sobre las consecuencias humanas de la guerra, sobre las trágicas consecuencias de esta contienda, sobre la solidaridad, sobre el trasfondo humano de la tragedia, sobre el amor, sobre el odio, sobre el perdón y el olvido.
Plasmo el poema MASA que ilustra y refleja la actitud del poeta peruano ante lo inevitable:
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.
2 comentarios:
Precioso poema, no lo conocía. Un blog entre literario-deportivo, muy interesante.
Un saludo!
Precioso poema, no lo conocía. Un blog entre literario-deportivo, muy interesante.
Un saludo!
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