DÍAS SIN TREGUA

Acabo de leer la última novela del escritor Miguel Mena. Este locutor de radio y periodista, afincado desde muy joven en Zaragoza, está alcanzando su madurez como narrador. Con Días sin tregua - premio Málaga de novela en 2006 - Mena sumerge al lector en la intrahistoria de veinte días de marzo de 1981, poco después del frustrado golpe de estado de Tejero y en una España alterada por la incertidumbre política. El secuestro del futbolista del Barcelona Enrique Castro "Quini" por unos delincuentes comunes nos acerca de la mano de un joven inspector de policía a un ambiente militar obsesionado por el golpismo, a una Barcelona turbulenta y a un zulo zaragozano en donde permanece secuestrado el goleador asturiano.

La prosa de Miguel Mena es ágil, directa, compacta y dinámica. Ya lo demostró en Paisaje de un ciclista - su primer libro de relatos - y lo ha vuelto a demostrar en esta novela. Mena profundiza en una época muy difícil para la democracia española y entrevera esta incierta situación colectiva con la propia problemática familiar del protagonista. Muchas de sus ideas no tienen desperdicio. Su lectura puede ayudarnos a interpretar mejor un pasado no demasiado lejano y a valorar los logros de esta democracia que muchos aún critican y vituperan.

Quiero plamar un fragmento del primer capítulo, fechado el Lunes, 2 de marzo de 1981. El autor relata con realismo la actitud de muchos mandos policiales después de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981:

"Están aquí. No se ocultan. Ni siquiera han retirado los vasos de plástico que usaron para brindar por el éxito de Tejero. Permanecen en el despacho del inspector Molina, encima del armario, y todavía conservan el rastro pegajoso del champán barato que compraron para celebrar el golpe de Estado. Tal vez sigan ahí por un descuido de la mujer de la limpieza, aunque no me extrañaría que el propio Molina haya querido conservarlos por si se presenta la oportunidad de usarlos otra vez, y de usarlos pronto, tan pronto como otra nueva sombra planee sobre esta democracia incierta y gris que hoy se tambalea en España".