martes, 23 de febrero de 2021

UNA NOCHE DE INSOMNIO


     Han pasado ya 40 años desde aquel 23 de febrero de 1981 que estuvo a punto de dar un giro radical a la historia de España y echar por tierra cinco escasos años de frágil democracia. Un grupo de militares comandados por el teniente coronel Antonio Tejero, irrumpen violentamente en el Congreso de los Diputados y secuestran a todos los parlamentarios, que estaban votando la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del gobierno. Fueron 17 horas de pesadilla, con el único alivio del discurso del rey, pasada la media noche, para calmar la inquietud de la mayoría de los ciudadanos. Las negociaciones fueron duras y muy tensas. Y algunos militares, como el teniente general Jaime Milans del Bosch, sacaron los tanques por las calles de Valencia como un desafío brutal a la democracia y a la Constitución de 1978.

    Mi memoria viaja hasta Barcelona, donde yo era un joven estudiante en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central. La inquietud se mezcló con el desconcierto. Y los transistores fueron los protagonistas de una larga noche que nos dejó una sensación de vacío, desamparo y vulnerabilidad. Hoy, 40 años después, es conveniente rememorar ese pasado oscuro para evitar que se repitan los hechos y reforzar esta democracia zarandeada en los últimos meses.  No estaría mal releyéramos alguno de los ensayos publicados posteriormente sobre este golpe de estado fracasado. Yo recomendaría Anatomía de un instante, de Javier Cercas, una verdadera obra maestra, un relato híbrido entre crónica, historia y narrativa, que obtuvo en 2010 el Premio Nacional de Narrativa.      

No hay comentarios: