jueves, 1 de noviembre de 2007

EL VALOR DE UNA VICTORIA


En ocasiones el fútbol se convierte en algo paradójico, contradictorio y aparentemente ilógico. Así se podría calificar el encuentro de anoche entre el Almería y el Real Zaragoza. Lo que podría ser una victoria clara del equipo andaluz en la primera parte, se transformó en una victoria del Zaragoza basada de nuevo en el trabajo de equipo y en la eficacia de los contrataques.

A pesar de la temprana lesión de Sergio Fernández - al que Víctor alineó equivocadamente y por pura cabezonería - el dibujo táctico casi no cambió. Chus Herrero tomó el mando de la zaga, acompañado de una futura promesa, el joven debutante Goni, y desde atrás se comenzó a trabar una red que los desafortunados delanteros del Almería no fueron capaces de traspasar. Eso sí, la labor del portero zaragocista en unas ocasiones y la suerte en otras jugaron también a favor del equipo visitante.

Tres puntos de oro. Primera victoria a domicilio después de nueve meses y un impulso más a la alicaída moral de un equipo que buscaba y merecía este espaldarazo. La pequeña revolución de Víctor Fernández sigue dando sus frutos. Óscar siguió con su mejor versión y los delanteros zaragocistas se acercaron con peligro a la meta defendida por un desafortunado Cobeño, aunque les faltó el acierto. Lo mejor de la noche, el debú de Goni - a ver si toman nota los técnicos - y la presencia en el banquillo de tres canteranos más. Eso, por desgracia, no se ve todos los días.

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