jueves, 30 de agosto de 2007

POESÍA COTIDIANA








Admiro a los que escriben poesía habitualmente, como es el caso de Fernando Sarriá. No es fácil encontrar el momento idóneo de inspiración. Esta tarde, ordenando un poco las carpetas de mi escritorio, he hallado este sencillo poema que escribí hace casi diez años. Es simplemente una modesta intención poética y un homenaje a algunos de mis poetas preferidos.


SER POETA


Ser poeta o mendigo o cualquier cosa,

ser, en definitiva, un hombre honesto

que se levanta audaz y enamorado,

embriagado de luz azul del alba.


Ser poeta o bohemio o cualquier cosa,

ser, en definitiva, un peregrino

tras las huellas austeras de Machado

o de León Felipe en el exilio.


Ser o no ser más que hombre sincero,

un hombre del montón de los mortales

- en el mejor sentido del vocablo -

si Dios y la Fortuna lo permiten.


Lo demás son postizos añadidos

que cual ropaje y frágil atavío

hemos de renovar día tras día

si no queremos ver cómo el hastío

nos devora por dentro sin remedio.

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