domingo, 26 de agosto de 2007

INICIO DECEPCIONANTE


No aguanté hasta el final del partido entre el Real Murcia y el Real Zaragoza. Me fui poco después del excelente gol de Oliveira, lo único positivo de un encuentro que esperemos no marque la pauta del resto de la liga. Vimos a un Zaragoza desconocido, a un equipo de pretemporada, a un conjunto casi de segunda división. ¿A qué puede aspirar el equipo aragonés con esta evidente baja forma, con esta falta de coordinación y con esta repetida fragilidad defensiva? No lo dudemos: a mantenerse en la división de honor.

Es de esperar que el próximo domingo en la Romareda veamos otra imagen del Real Zaragoza. Que Víctor Fernández rectifique. Que presente en la alineación inicial a los que en mejor forma están y a los más motivados. Porque ayer en Murcia faltó motivación, faltó garra, faltó entusiasmo, faltó casi todo. Sólo pudimos ver continuos toques de balón, alguna jugada preciosista y poco más. Y todos sabemos que el fútbol no es sólo eso. Un recién ascendido nos sacó los colores a la cara. A ver si sirve de revulsivo y el equipo reflexiona esta semana. Y recupera la forma, porque algunos jugadores ofrecieron una forma física lamentable. Y necesitan banquillo. Y algunos jugadores suplentes necesitan más minutos y más confianza.

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