Hace aproximadamente quince años obtuvo el primer premio del Certamen Poético Ciudad de Alcaraz (Albacete) un original poema dedicado a los árboles urbanos. El poeta dibujaba con sus versos la silueta de un árbol - a modo de caligrama vanguardista - y expresaba en unos veinte versos su lástima, compasión y tristeza por estas víctimas pasivas del asfalto.
Los medios de comunicación zaragozanos alertan a los ciudadanos de sucesivas talas de árboles con motivo de obras y remodelaciones urbanas. La última ha tenido lugar en la calle Violante de Hungría, cerca de la Romareda. Pero se anuncian nuevas escabechinas con la próxima recuperación del tranvía (si nadie lo remedia). Las catenarias sustituirán a los árboles y el paisaje urbano aparecerá aún más desolado.
El zaragozano Javier Delgado es uno de los ciudadanos que más se preocupa por mantener intacto, y si es posible enriquecer, nuestro entorno natural. Su última propuesta ha tenido eco en los medios y además ha sido eficaz. Gracias a su empeño y tenacidad, el ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto y ha decidido mejorar el Parque Grande - auténtico pulmón verde de Zaragoza desde 1927 -. Luchadores como Javier hay pocos. En su blog se hace eco de estas inquietudes ecologistas (http://ulises.blogia.com).
Lo que él intenta no es demagogia. Es pura realidad. La respuesta del consistorio parece firme, aunque sea insuficiente. Es de esperar no se sólo una promesa preelectoral y se haga extensiva a otras zonas verdes de Zaragoza. Nuestros pulmones lo agradecerán.
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