viernes, 5 de octubre de 2007

OTRO FRACASO DEPORTIVO




Bochorno, vergüenza, silencio fúnebre en la Romareda al filo de las once de la noche. El Real Zaragoza acababa de tirar por tierra en ciento ochenta minutos lamentables toda la ilusión que se había generado desde la temporada anterior. Adiós a la era Agapito. Adiós a la era Bandrés. Adiós al proyecto deportivo de Víctor Fernández, que ni siquiera anoche supo utilizar la sana autocrítica para reconocer sus propios y repetidos errores.


La eliminación de la copa de la UEFA a las primeras de cambio ante un equipo de segunda o tercera fila en Europa ha sido un golpe demasiado serio para esta afición ilusionada con su equipo. Una ilusión que se fue desvaneciendo a medida que pasaban los minutos. Los aficionados se iban dado cuenta del juego ramplón de su equipo, de que en el once había más nombres que hombres, de que llevaban un ritmo cansino, de que su forma física es deficientes, de que la disposición táctica volvió a ser equivocada. Porque el Zaragoza sigue siendo un equipo muy previsible, que no juega por las bandas, que no sabe a qué juega. Su conexión entre líneas es casi nula, su defensa de cartón piedra y sus "figuras" - la mayoría ya en declive - de mazapán. Y así no se va a ninguna parte.


Anoche en la Romareda nadie se esperaba este fracaso tan prematuro, pero había un temor oculto por lo que finalmente podía pasar. Anoche en la Romareda los jugadores del Real Zaragoza hicieron grande a un equipo griego muy modesto. Anoche en la Romareda auparon hasta el infinito a jugadores como Koke o Javito, que podrían militar perfectamente en el Huesca o en el filial zaragocista. Anoche volvió a asomar por la Romareda la siniestra sombra de Cracovia, que llevó a Lillo a la destitución hace cinco años. Todo un fracaso sin paliativos.


¿Qué decisión tomarán ahora Bandrés y Agapito? ¿Qué hará Víctor el domingo ante el modesto Levante? ¿Cómo saldrán al campo los jugadores? ¿Cómo reaccionará la afición? Ayer el silencio colectivo pesaba como una losa. El domingo, el público dictará su veredicto. Lo que no puede ser de ninguna manera es que las cosas sigan así, como si no hubiera pasado nada. Lo de anoche ante el Aris fue más que un accidente. Y desde ahora, nada será como antes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífica reflexión que comparto y adhiero. La sobervia de Victor ya empieza a irritar. Debe reconocer y solucionar los errores de esta plantilla confeccionada por él. Este equipo no carbura, ni tiene pintas de que lo pueda hacer. Que vergüenza la vivida en los últimos 8 días.

Anónimo dijo...

Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

- David