Los dirigentes del Real Zaragoza no han parado de negociar hasta que lo han conseguido. Se trataba de vender a Gaby Milito, el defensa internacional argentino, y de obtener unas jugosas plusvalías. Primero lo ofrecieron a la Juventus; luego, al todopoderoso Fútbol Club Barcelona, donde ha recalado, por fin, por algo menos de veinte millones.
¿Será una operación buena para el club? Eso, el tiempo lo dirá. De momento, como aficionado y como socio del Real Zaragoza, tengo la sensación de que es una operación similar a las realizadas con Gustavo López, Galleti, Villa o Cani. Es verdad que el club sigue arrastrando una deuda importante. Es verdad que el jugador no veía con malos ojos recalar en un equipo de más solera. Es verdad que existía un pacto previo con Gaby y su representante. Pero su traspaso - insisto, su venta - va a dejar un hueco importante en el equipo. Como lo dejó Villa. Como lo dejó Cani. Luego vendrán los apaños y las chapuzas.
Muchos aficionados se preguntan: ¿Por qué se compró a D'Alessandro? ¿Por qué no se ha vendido a Ewerton? No hubieran obtenido tanto dinero, pero sus puestos se podrían haber cubierto con más facilidad. Ahora quieren traer a Coloccini. Y, además, quieren ceder a Longás y traspasar a Lafita. ¿Qué nos queda ya de la cantera? De momento, Zapater como único titular. Chus Herrero y Cuartero serán probablemente candidatos al banquillo. ¿Se incorporarán algún canterano al primer equipo? El tema está difícil. Fichan a Gabi y a Paredes, que cierran el camino a los posibles "fichajes" de la casa, los más rentables deportivamente y los más valorados por la afición. Otras cuestiones quedan en el tintero: ¿Qué será de Movilla? ¿Y de Óscar? ¿Y de Celades? Todavía queda mucho verano por delante y tendremos más sorpresas. Esperemos no sean todas como la reciente venta de Gaby Milito. De momento, los mandatarios zaragocistas quieren subir los abonos en torno al diez por cien.
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